Granada , música y danza
El Festival de Música y Danza abre con más de 120 espectáculos por toda la ciudad
En las calles de la ciudad de Granada es extraño que alguien lo llame Festival Internacional de Música y Danza, aunque sea su nombre oficial. Desde sus orígenes, que se remontan al siglo XIX y que recurren a los conciertos que coincidían con la festividad del Corpus y luego con el Concurso de Cante Jondo de Falla y Lorca a la orilla del Darro, los granadinos los conocen como "los festivales". Este viernes, la ciudad abre las puertas a su 64ª edición, con 39 espectáculos en la programación oficial y otros 83 como actividades paralelas repartidas por las calles de la ciudad y localidades cercanas.
Al caer la noche, las luces se encenderán en el patio austero del palacio que Carlos V hizo levantar en el corazón de la fortaleza roja —que es lo que significa Alhambra— como una muestra de poderío imperial. La Orchester Wiener Akademie abre esta cita con un programa entero dedicado a Beethoven que incluye el Egmont con texto de Goethe al que pondrá voz el actor británico Charles Dance, conocido como el patriarca de los Lannister en Juego de Tronos —John Malkovich, propuesta inicial, tuvo que renunciar por complicaciones en un rodaje—. Hasta el 10 de julio, cuando la nueva visión de El amor brujo de Falla según La Fura cierre el festival en la plaza de toros, los conciertos se sucederán en lugares como el Patio de los Arrayanes de la Alhambra, el escenario al aire libre de los Jardines del Generalife, el Teatro Isabel La Católica o el Corral del Carbón.
En la primera semana, una propuesta arriesgada la del Rundfunkchor de Berlín, que se atreve con una versión escenificada del Réquiem alemán de Brahms con puesta en escena de Sasha Waltz, en la que el público se mezcla con los cantantes y no hay ni una sola silla en el Palacio de Carlos V. Dentro del quinto centenario de la muerte de Teresa de Jesús, el Ensemble Plus Ultra se alía con la actriz Blanca Portillo para traer un programa de poesía mística y música del Siglo de Oro hasta la intimidad del Patio de los Arrayanes de la fortaleza. Dos grandes orquestas visitarán también el festival: la Orquesta de RTVE, que cumple 50 años y que viene acompañada del pianista Joaquín Achúcarro con una de las partituras más complejas de Rachmaninov; y la Orchestre de París, que debuta en el festival con el violín privilegiado de Renaud Capuçon como solista y en otro concierto dirigida por Josep Pons. Otro violín, el de la laureada Anne-Sophie Mutter, se mostrará a quemarropa en un recital solístico en el Patio de los Arrayanes.
El Corral del Carbón y su intimidad quedarán reservados para nueve pianistas que interpretarán en nueve conciertos la integral de las Sonatas de Beethoven. También pianista y compositor minimalista belga, Wim Mertens iba a interpretar un concierto de sutilezas en el nuevo Centro Federico García Lorca. Pero, una vez más, los retrasos en la entrega de las obras han hecho que el centro no esté listo para la fecha prometida, aunque los responsables dicen que el nuevo edificio de la institución en la Plaza de la Romanilla abrirá en las próximas semanas.
Reservado para la danza el escenario al aire libre del Generalife. Con la noche enmarcada en las hileras de cipreses de los jardines, pasará el Ballet de la Ópera de Noruega, que viene con una versión descarada y sensual de la Carmen de Bizet. También estará el Ballet Nacional de España capitaneado por Antonio Najarro, que trae Alento y Zaguán, montaje que hace solo una semana se ha estrenado en el madrileño Teatro de la Zarzuela. El ballet estatal vienés también pasará por los jardines con dos programas diferentes, uno centrado en el legado de Nureyev y otro de reminiscencias clásicas.
El flamenco no faltará en el festival, de la mano de la guitarra y las voces femeninas más ligadas a las cuestas del Albaicín y el Sacromonte. Tres guitarras y tres edades de las seis cuerdas pasarán por los escenarios granadinos: el toque magistral y curtido por el tiempo de Pepe Romero, el diálogo y eclecticismo de la guitarra de Vicente Amigo y el brío y juventud del último eslabón de una saga de músicos excepcional, Juan Habichuela Nieto. En el cante, el duende vendrá de la mano de dos cantaoras prácticamente criadas juntas en las colinas que miran a la Alhambra: Estrella Morente y Marina Heredia. Esta última será la encargada de cerrar el festival en el estreno absoluto de El amor brujo de Falla que ha creado expresamente para la cita La Fura dels Baus. En la plaza de toros y con gran expectación, esta obra de Manuel de Falla que cumple cien años pondrá el broche de oro a este encuentro en el que la belleza monumental de Granada se viste de música.
Al caer la noche, las luces se encenderán en el patio austero del palacio que Carlos V hizo levantar en el corazón de la fortaleza roja —que es lo que significa Alhambra— como una muestra de poderío imperial. La Orchester Wiener Akademie abre esta cita con un programa entero dedicado a Beethoven que incluye el Egmont con texto de Goethe al que pondrá voz el actor británico Charles Dance, conocido como el patriarca de los Lannister en Juego de Tronos —John Malkovich, propuesta inicial, tuvo que renunciar por complicaciones en un rodaje—. Hasta el 10 de julio, cuando la nueva visión de El amor brujo de Falla según La Fura cierre el festival en la plaza de toros, los conciertos se sucederán en lugares como el Patio de los Arrayanes de la Alhambra, el escenario al aire libre de los Jardines del Generalife, el Teatro Isabel La Católica o el Corral del Carbón.
En la primera semana, una propuesta arriesgada la del Rundfunkchor de Berlín, que se atreve con una versión escenificada del Réquiem alemán de Brahms con puesta en escena de Sasha Waltz, en la que el público se mezcla con los cantantes y no hay ni una sola silla en el Palacio de Carlos V. Dentro del quinto centenario de la muerte de Teresa de Jesús, el Ensemble Plus Ultra se alía con la actriz Blanca Portillo para traer un programa de poesía mística y música del Siglo de Oro hasta la intimidad del Patio de los Arrayanes de la fortaleza. Dos grandes orquestas visitarán también el festival: la Orquesta de RTVE, que cumple 50 años y que viene acompañada del pianista Joaquín Achúcarro con una de las partituras más complejas de Rachmaninov; y la Orchestre de París, que debuta en el festival con el violín privilegiado de Renaud Capuçon como solista y en otro concierto dirigida por Josep Pons. Otro violín, el de la laureada Anne-Sophie Mutter, se mostrará a quemarropa en un recital solístico en el Patio de los Arrayanes.
El Corral del Carbón y su intimidad quedarán reservados para nueve pianistas que interpretarán en nueve conciertos la integral de las Sonatas de Beethoven. También pianista y compositor minimalista belga, Wim Mertens iba a interpretar un concierto de sutilezas en el nuevo Centro Federico García Lorca. Pero, una vez más, los retrasos en la entrega de las obras han hecho que el centro no esté listo para la fecha prometida, aunque los responsables dicen que el nuevo edificio de la institución en la Plaza de la Romanilla abrirá en las próximas semanas.
Reservado para la danza el escenario al aire libre del Generalife. Con la noche enmarcada en las hileras de cipreses de los jardines, pasará el Ballet de la Ópera de Noruega, que viene con una versión descarada y sensual de la Carmen de Bizet. También estará el Ballet Nacional de España capitaneado por Antonio Najarro, que trae Alento y Zaguán, montaje que hace solo una semana se ha estrenado en el madrileño Teatro de la Zarzuela. El ballet estatal vienés también pasará por los jardines con dos programas diferentes, uno centrado en el legado de Nureyev y otro de reminiscencias clásicas.
El flamenco no faltará en el festival, de la mano de la guitarra y las voces femeninas más ligadas a las cuestas del Albaicín y el Sacromonte. Tres guitarras y tres edades de las seis cuerdas pasarán por los escenarios granadinos: el toque magistral y curtido por el tiempo de Pepe Romero, el diálogo y eclecticismo de la guitarra de Vicente Amigo y el brío y juventud del último eslabón de una saga de músicos excepcional, Juan Habichuela Nieto. En el cante, el duende vendrá de la mano de dos cantaoras prácticamente criadas juntas en las colinas que miran a la Alhambra: Estrella Morente y Marina Heredia. Esta última será la encargada de cerrar el festival en el estreno absoluto de El amor brujo de Falla que ha creado expresamente para la cita La Fura dels Baus. En la plaza de toros y con gran expectación, esta obra de Manuel de Falla que cumple cien años pondrá el broche de oro a este encuentro en el que la belleza monumental de Granada se viste de música.
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