Después de un multitudinario festival de Eurovisión 2015 y con un gran seguimiento tanto en las diferentes televisiones a nivel mundial, como en las redes sociales, el festival de Eurovisión 2015 nos sorprende con un gran escenario y con una gran calidad en todos sus participantes. El ganador es Suecia con el interprete Mans Zelmerlow y su Heroes.
Los "Heroes" de Måns Zelmerlöw consiguen el sexto triunfo para Suecia en Eurovisión
Aunque la gala arrancó con una Conchita Wurst, esa mujer barbuda de voz angelical que ganó la última edición representando a Austria, volando sobre el público como una superheroína, todo se desarrolló sin la cafeína de otros años. Cierto que en este espectáculo, más televisivo que musical, hubo muchos fuegos artificiales, ilustrados por potentes juegos de luces en cada una de las actuaciones, pero ni la mejor pirotecnia multimedia y de alta definición que se recuerda pudo darle la sorna suficiente a este chiste musical en el que se ha convertido Eurovisión desde que en España ya sabemos que somos capaces de ganar eurocopas y mundiales de fútbol. Porque desde que se acabó la maldición en el deporte rey podemos ganar cualquier campeonato menos Eurovisión.
En el festival de la canción europea, aunque por ahí se cuelen Israel, Azerbaiyán e incluso en esta edición Australia, hay un chiste, eso sí, que sigue sin fallar: el del inglés, el francés, el alemán y el español, aunque, para ser precisos con lo sucedido ayer, habría que decir el del sueco, el ruso, el italiano y el español. El sueco Mans Zelmerlöw, que era el gran favorito de las casas de apuestas pese a que pesa sobre él la sombra de plagio a David Guetta en su tema Heroes, ganó para su país el concurso. Por detrás quedaron la rusa Polina Gagarina, vestida como una Marilyn Monroe de los Urales que casi rompe a llorar tras su interpretación, y los italianos Il Volo, jugando a ser unos Il Divo adolescentes con su Grande amore. Y sin faltar en el chiste, entre tanta música buenrolllista, el español. En este caso la madrileña Edurne, cuyo Amenecer no tuvo el reconocimiento deseado y quedó en un triste puesto 21. De nada sirvió su puesta en escena atrevida con el cambio de vestido y el bailarín Giuseppe di Bella en plan troyano, a torso desnudo, respaldando a la cantante rubia.
Todos fueron fieles representantes de las canciones enfáticas que anoche dominaron Eurovisión. Sólo que a España nos dejaron a la altura del betún una vez más. Canciones pomposas, extremadamente espumosas, con acentos sobrecargados, horteras y explosivas como piñatas infantiles compradas en una tienda de todo a un euro. Era tirar de la cuerda y podían llegar a salir cosas verdaderamente sonrojantes, como el israelí Nadav Guedj con su pop indescriptible o la letona Aminata con sus gritos vacuos y estridentes.
Sin el carnaval de otros años, faltando los zancos, los pelucones, los disfraces, las chorradas y los chikilicuatres, todo quedaba reducido a la música y, entonces, Eurovisión tenía que explicarse a sí mismo como festival. Al menos, en su defensa, se quedaron por el camino de las votaciones canciones interesantes y emotivas como la de la pareja de Estonia formada por Elina Born y Stig Rästa o la del australiano Guy Sebastian, que con su voz aguda y R&B entusiasta parecía estar a medio camino entre Pharrell Williams y Bruno Mars. Eran las que más gracia artística tenían dentro de Eurovisión, el festival al que España acudió otro año más con muchas expectativas, pero que terminamos siendo como la España de fútbol de antes de la llegada de Xavi, que ayer se despidió de su afición.
En el festival de la canción europea, aunque por ahí se cuelen Israel, Azerbaiyán e incluso en esta edición Australia, hay un chiste, eso sí, que sigue sin fallar: el del inglés, el francés, el alemán y el español, aunque, para ser precisos con lo sucedido ayer, habría que decir el del sueco, el ruso, el italiano y el español. El sueco Mans Zelmerlöw, que era el gran favorito de las casas de apuestas pese a que pesa sobre él la sombra de plagio a David Guetta en su tema Heroes, ganó para su país el concurso. Por detrás quedaron la rusa Polina Gagarina, vestida como una Marilyn Monroe de los Urales que casi rompe a llorar tras su interpretación, y los italianos Il Volo, jugando a ser unos Il Divo adolescentes con su Grande amore. Y sin faltar en el chiste, entre tanta música buenrolllista, el español. En este caso la madrileña Edurne, cuyo Amenecer no tuvo el reconocimiento deseado y quedó en un triste puesto 21. De nada sirvió su puesta en escena atrevida con el cambio de vestido y el bailarín Giuseppe di Bella en plan troyano, a torso desnudo, respaldando a la cantante rubia.
Todos fueron fieles representantes de las canciones enfáticas que anoche dominaron Eurovisión. Sólo que a España nos dejaron a la altura del betún una vez más. Canciones pomposas, extremadamente espumosas, con acentos sobrecargados, horteras y explosivas como piñatas infantiles compradas en una tienda de todo a un euro. Era tirar de la cuerda y podían llegar a salir cosas verdaderamente sonrojantes, como el israelí Nadav Guedj con su pop indescriptible o la letona Aminata con sus gritos vacuos y estridentes.
Sin el carnaval de otros años, faltando los zancos, los pelucones, los disfraces, las chorradas y los chikilicuatres, todo quedaba reducido a la música y, entonces, Eurovisión tenía que explicarse a sí mismo como festival. Al menos, en su defensa, se quedaron por el camino de las votaciones canciones interesantes y emotivas como la de la pareja de Estonia formada por Elina Born y Stig Rästa o la del australiano Guy Sebastian, que con su voz aguda y R&B entusiasta parecía estar a medio camino entre Pharrell Williams y Bruno Mars. Eran las que más gracia artística tenían dentro de Eurovisión, el festival al que España acudió otro año más con muchas expectativas, pero que terminamos siendo como la España de fútbol de antes de la llegada de Xavi, que ayer se despidió de su afición.
El concurso musical más popular de la canción concluyó con la victoria de Suecia pero dio lugar, un año más, a una competición de ingenio con múltiples vencedores. Y ahí ha vuelto a brillar España. La puesta en escena y el doble vestido de Edurne han inspirado los mejores memes.
Los primeros fueron:
1- Suecia
2- Rusia
3- Italia
4- Bélgica
5- Australia
6- Letonia
7- Estonia
8- Noruega
9- Israel
10-Serbia
11-Georgia
12-Azerbayan
13-Montenegro
21-España
Zelmerlöw ha logrado un total de 365 puntos, seguido de la cantante rusa, Polina Gagarina,que ha recibido 303 puntos. El top 3 lo completa Italia, que ha terminado con 192 puntos. La clasificación ha quedado de la siguiente manera:
"Estoy muy emocionada. Los tres minutos se han pasado muy rápido. Yo me siento ganadora, porque me quedo con que España se sienta orgullosa de mi trabajo y de mi actuación" ha dicho la cantante al terminar la gala del Festival.
Mi canción ganadora ayer fué Italia, y también me gustaron mucho Francia, Azerbayán y España.
Enhorabuena una vez más a Suecia, y a los primeros clasificados. Y como no, felicitar la gran actuación de Edurne representando a España.
Ahora a contar las horas hasta el Próximo festival de eurovisión que viajará hasta Suecia.
Los primeros fueron:
1- Suecia
2- Rusia
3- Italia
4- Bélgica
5- Australia
6- Letonia
7- Estonia
8- Noruega
9- Israel
10-Serbia
11-Georgia
12-Azerbayan
13-Montenegro
21-España
La clasificación final
Zelmerlöw ha logrado un total de 365 puntos, seguido de la cantante rusa, Polina Gagarina,que ha recibido 303 puntos. El top 3 lo completa Italia, que ha terminado con 192 puntos. La clasificación ha quedado de la siguiente manera:
Edurne, 21ª con 15 puntos
Por su parte, Edurne ha quedado en 21ª posición con 15 puntos. La actuación de la madrileña ha sido muy alabada en la sala de prensa (tal y como han contado varios periodistas acreditados durante nuestra retransmisión en Periscope) y ha recibido muy buenas críticas en redes sociales."Estoy muy emocionada. Los tres minutos se han pasado muy rápido. Yo me siento ganadora, porque me quedo con que España se sienta orgullosa de mi trabajo y de mi actuación" ha dicho la cantante al terminar la gala del Festival.
Mala noche para el Big Five
Mientras que el triunfo de Suecia confirma el predominio de los países escandinavos en Eurovisión (es el cuarto triunfo de este bloque en 7 años), un año más se confirma los malos tiempos por los que está pasando el Big Five en el Festival. A excepción de Italia (que ha quedado en tercera posición con 292 puntos), el resto de los Big han quedado en la parte baja de la tabla: Reino Unido en 24ª posición con 5 puntos, Francia 25º con 4 puntos y Alemania penúltima con 0 puntos. Los países que han votado a España son:- Francia: 5 puntos
- Portugal: 3 puntos
- Montenegro: 2 puntos
- Moldavia, Azerbaiyán, Suiza, Israel y Rusia: 1 punto.
- Israel: 1 punto
- Noruega: 2 puntos
- Estonia: 3 puntos
- Letonia: 4 puntos
- Rumanía: 5 puntos
- Bélgica: 6 puntos
- Australia: 7 puntos
- Suecia: 8 puntos
- Rusia: 10 puntos
- Italia: 12 puntos
Mi canción ganadora ayer fué Italia, y también me gustaron mucho Francia, Azerbayán y España.
Enhorabuena una vez más a Suecia, y a los primeros clasificados. Y como no, felicitar la gran actuación de Edurne representando a España.
Ahora a contar las horas hasta el Próximo festival de eurovisión que viajará hasta Suecia.
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